La transición de Florance Flora al cultivo con mecha
Florance Flora es un nombre destacado en el sector hortícola de la India desde hace más de 40 años. Empezó siendo una pequeña empresa centrada en las flores cortadas, pero poco a poco dio el paso a las plantas en maceta, lo cual resultó decisivo durante la pandemia del COVID-19. A lo largo de las décadas, Florance Flora ha desarrollado colaboraciones estables fundamentales para su crecimiento; por ejemplo, su larga asociación con Anthura. Actualmente tiene el orgullo de ser el mayor proveedor de anturios en la India, con una superficie de producción de más de 300 000 m2 de cultivo protegido en invernaderos. Además, Florance Flora mantiene estrechas relaciones con minoristas como Ikea.
Aparte de dedicarse al cultivo, Florance Flora desempeña un papel esencial en la distribución de anturios jóvenes (Anthurium en maceta, flores cortadas y Phalaenopsis). Gracias a la extensa red de la empresa, las plantas se distribuyen por todo el país, lo que permite a otros cultivadores triunfar con estos productos.
Recientemente Florance Flora ha dado un paso más al adoptar el cultivo con mecha , un sistema diseñado para optimizar el consumo de agua y nutrientes. Una excelente innovación, que da fe del carácter innovador de esta empresa india. Hablamos con el propietario, Rownak Gutgutia, sobre su experiencia con este sistema, los retos que supuso y los beneficios que les ha permitido obtener.
Primeros pasos del cultivo con mecha
La decisión de pasarse al cultivo con mecha comenzó a gestarse hace aproximadamente un año, cuando los expertos de Anthura volvieron a plantear la idea al equipo de Florance Flora. Inicialmente no se había considerado una opción prioritaria, pero teniendo en cuenta la creciente escasez del agua y la importancia de la sostenibilidad, había quedado claro que se necesitaba una solución más eficiente. El sistema de riego anterior funcionaba con mangueras que consumían mucho tiempo y desperdiciaban enormes cantidades de agua. Después de unos meses de reflexión, Rownak creó bandejas en colaboración con un socio local y adquirió mechas en China. En medio año se había completado la transición de anturios de maceta a mechas.
«No estábamos del todo seguros de cómo responderían los anturios, ya que sus raíces son sensibles al agua, pero los resultados nos sorprendieron—cuenta Rownak—. Hemos visto que este método les favorece mucho, ya que las plantas absorben solamente la humedad que necesitan».
El proceso de transición
El paso al cultivo con mecha no estuvo exento de obstáculos. El equipo descubrió que la instalación inicial de las mechas requería mucho trabajo, y que las bandejas utilizadas se rompían con facilidad. Sin embargo, Rownak pronto las sustituyó por otras más resistentes que además se podían reutilizar, de modo que el sistema es aún más sostenible.
Por otra parte, las bandejas y las mechas requerían una importante inversión inicial. Aunque esto podría suponer todo un reto para horticultores más pequeños, Florance Flora subraya que los beneficios a largo plazo (como ahorro de agua y reducción de mano de obra) compensaban el coste. Uno de los principales objetivos del equipo de cara al futuro es mecanizar el proceso de instalación de las mechas, ya que así serán más fáciles de instalar y más eficientes.
Ventajas de cultivar con mecha
Florence Flora ha observado mejoras notables desde que implantó el sistema. El consumo de agua se ha reducido a la mitad, y el uso de fertilizantes ha disminuido, ya que los nutrientes permanecen en las bandejas y las plantas los absorben directamente. Además, se ha eliminado por completo el desperdicio de agua. El sistema también da lugar a plantas más sanas, con un sistema radicular mejor, flores más grandes y un crecimiento más constante. Las bandejas garantizan que haya suficiente espacio entre maceta y maceta, con lo que se evita el hacinamiento, un factor crítico para el crecimiento de los anturios.
«Incluso hemos empezado a utilizar este sistema para las plantas madre, y tenemos previsto ampliarlo a todos nuestros grupos de productos. Nuestro objetivo para finales de 2026 es haber eliminado por completo el riego por aspersión y el despilfarro de agua».
Otra ventaja destacada del sistema de mecha es que se reduce sustancialmente la mano de obra necesaria. La irrigación tradicional requería vigilancia constante y riego manual, lo que exigía mucho tiempo y mano de obra intensiva. Con el nuevo sistema, las plantas absorben automáticamente la cantidad exacta de agua que necesitan, así que se reduce de manera significativa la necesidad de intervención humana. De esta forma, los trabajadores pueden centrarse en otras tareas esenciales, lo cual mejora la eficiencia y la productividad.
Recomendaciones para los agricultores del futuro
Cuando preguntamos a Rownak si tenía algún consejo para otras personas que se estén planteando el sistema, sugirió que empezaran poco a poco. «Pruébalo con un lote limitado, y observa los resultados antes de escalar la producción. Ten en cuenta que con este sistema se usa menos tierra; si hay demasiada, puede dificultar la absorción del agua y provocar despilfarros». Rownak destacó que el sistema es sencillo y muy eficaz para ahorrar agua, nutrientes y mano de obra. «Vale la pena probarlo. En un sector en el que la gestión eficiente de los recursos es cada vez más importante, es un paso en la dirección correcta».
La experiencia de Florance Flora con el cultivo con mecha muestra los beneficios tangibles de combinar la innovación con las prácticas sostenibles. Reinventar los métodos tradicionales no solo les ha permitido consumir menos recursos, sino que también han demostrado que adaptarse a un cambio puede suponer un progreso significativo.
